*Morelia, Michoacán a 01 de julio 2025.- Preocupación creciente se ha desatado en Michoacán luego de que la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) informó la detención de 46 extranjeros presuntamente vinculadas con grupos de la delincuencia organizada, en lo que va del año 2025.
La cifra es considerada inusualmente alta, porque revela la presencia activa de redes criminales internacionales operando en territorio michoacano.
De acuerdo con el comunicado SSP 362/2025, los detenidos provienen de seis países distintos, con una alarmante mayoría de nacionalidad venezolana y colombiana.
En total, 20 son venezolanos y 20 colombianos, quienes han sido aprehendidos durante los últimos seis meses del presente año, además de tres estadounidenses y tres más originarios de Honduras, Panamá y Perú.
Las capturas realizadas en operativos interinstitucionales junto a la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA) y la Guardia Civil, se concentraron en puntos estratégicos del estado, donde operan células delictivas dedicadas a actividades como trasiego de armas y drogas, robo de vehículos y extorsión.
Entre los detenidos se encuentran 44 hombres y dos mujeres, todos ya puestos a disposición de las autoridades correspondientes y sujetos a investigación por delitos de alto impacto.
Según la SSP, estas personas formaban parte de estructuras criminales transnacionales con operaciones en diversos municipios de Michoacán.
La dependencia estatal aseguró que estas acciones forman parte del esquema frontal de combate a la delincuencia organizada, con el objetivo de inhibir delitos de alto impacto y salvaguardar la seguridad de los michoacanos.
Sin embargo, el dato ha generado alarma en la opinión pública, pues evidencia la creciente internacionalización de las redes delictivas que encuentran en Michoacán un punto neurálgico para sus actividades.
Organismos civiles y analistas han comenzado a exigir mayor control migratorio y acciones de inteligencia para evitar que el estado se convierta en refugio o base operativa de criminales extranjeros.
Este preocupante panorama plantea nuevos desafíos para las autoridades de seguridad, quienes deberán redoblar esfuerzos para contener no solo a los grupos locales del crimen organizado, sino también a sus vínculos internacionales que ya tienen presencia tangible en la entidad.