• _Celebración viva que entrelaza simbolismo religioso y tradición popular
*Morelia, Michoacán, 6 de abril de 2025.-* La ciudadanía está invitada a redescubrir y mantener viva las tradiciones más significativas del calendario litúrgico, como es el Altar de Dolores, que se instala el viernes anterior al Domingo de Ramos, en honor a la Virgen María en su advocación de Nuestra Señora de los Dolores.
Esta tradición arraigada en nuestro país tras la Conquista, más allá de su carácter religioso, conserva una expresión de profunda riqueza simbólica y estética.
El altar se compone de varios elementos que representan la pasión de Cristo y el sufrimiento de la Virgen.
El primer símbolo que debe tener es la imagen central de la Virgen, además debe tener flores y aguas de colores, que representa la pureza, esperanza y la sangre derramada por Cristo; manzanas, que representan a Eva, naranjas agrias atravesadas con papel picado, representando el triunfo de Jesús y María, germinados de trigo en la oscuridad, que simbolizan el ocultamiento de la naturaleza divida.
También debe tener doce velas o veladoras, que recuerdan a los apóstoles que acompañaron a María, una coronita de espinas, que simboliza la Gloria de Dios y la glorificación de la Virgen, así como elementos de color morado que simbolizan el luto.
En Michoacán, esta tradición es motivo de encuentro comunitario, incluso en algunos lugares se organizan concursos de altares, además de rezos colectivos y se ofrecen aguas frescas y dulces típicos que fortalecen el sentido de identidad y pertenencia.
En el Estado de Michoacán se reconoce el valor cultural de esta práctica y por ello, se exhiben tradicionales altares de Dolores en el Museo de Arte Colonial y en el Museo del Estado, a partir del 11 de abril, así como en todos los templos de la iglesia católica en Michoacán.