Antonio Tenorio Adame
La presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, al inaugurar la IX Cumbre de la Comunidad de Estados de Latinoamérica América y el Caribe, CELAC, señaló que el objetivo por alcanzar es: “el bienestar económico de América Latina y el Caribe, hacer realidad la integración económica regional, a fin de impulsar el mejoramiento y bienestar de los pueblos de Latinoamérica y el Caribe”. Trazó como eje de la integración la libre movilidad personal o sea la migración.
Minorías por la réplica a dictamen .
La IX Cumbre de la Comunidad regional se emprende a los once años de su constitución; deja así demostrada su consolidación permanente, así como su capacidad de sobre poner sus diferencias ideológicas a los principios de identidad y de origen común, compartido que se mantiene a través de su historia.
No resulta extraño, aunque sí malicioso, el reclamo de la carencia de logros al organismo regional continental y caribeño marcado por integración territorial, sin que al momento se muestren avances al respecto.
El acento del supuesto fracaso europeo parte al comprarlo con el caso, resulta un ejercicio simplista, carente de sustento histórico ya que son modelos de integración territorial distintos, como se comprueba con:
A.- Europa fue propuesta por Jean Monet en 1951, a partir de un tratado aduanero del acero y el carbón entre Francia y Alemania, (CECA); siguió un tratado de libre comercio; luego la Unión Aduanera, para dar paso al Mercado Común, la Unión económica, la Integración económica, la emisión del euro como moneda única; la Comunidad Social y la Unión Europea, por medio de un Estado Continental Federado, en 1993. No logró el consenso de aprobar una Constitución, como tampoco alcanzó a formar un ejército propio, su realización le llevó 42 años. Hoy el presidente Trump busca dividirla.
B.- América Latina y el Caribe dan inicio a su integración en 2011 por el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, con una etapa diferente; puesto que su espacio es poblado por hablantes de lenguas mayoritarias, significa una integración de dichas identidades. Aunque la identidad cultural determina un mercado, en este caso ha sido segmentado, no solo por sus propios gobiernos correspondientes, sino por el predominio de la hegemonía de la metrópoli imperial de los Estados Unidos.
Las Mayorías por el voto de libre albedrío.
Las diferencias entre la integración de Europa y la indoamericana a partir de los obstáculos enfrentados respectivamente en el transcurso de la primera década de su proceso fueron: en uno, el odio entre Francia y Alemania, como enemigos de guerra histórica; en el otro caso, la política del “Destino manifiesto” ejecutada en detrimento de Amerindia.
Desde sus orígenes, Bolívar advirtió del riesgo que representaban los Estados Unidos y convocó al Congreso de Panamá en 1826, luego se forjaron dos corrientes opuestas entre sí: la bolivariana o latinoamericana y la panamericana, siendo la primera aplazada, mientras la segunda se consolidó con la formación del Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca (1947) y la Organización de Estados Americanos (1948), ambos organismos supranacionales al servicio del control geoestratégico de EEUU; el primero para encausar a su favor el ordenamiento diplomático y el segundo el sometimiento militar.
La presidenta de México, colocada como piedra angular de la integración regional, la migración, manifestó: “Es necesario cooperar en la atención a la movilidad humana, desde una perspectiva humanista, atendiendo las causas que originan la migración.
Ningún país de América Latina, y el Caribe debe quedarse atrás”.
En este momento resulta ser el punto de quietud entre América Latina y Estados Unidos, a pesar de que ésqte se beneficia de la mano de obra migrante, ya que cubre el déficit poblacional de la economía más importante a nivel mundial, su presencia social se encuentra criminalizada por cuestiones excluyentes que provienen del sentimiento supremacista, fundacional norteamericano y del rechazo ideológico que nutre interés es partidarios.
La Constitución.
La IX Cumbre de la CELAC reunida en Tegucigalpa, Honduras reviste en sí, una respuesta a la errática, postura de los aranceles norteamericanos; sin duda, la presencia de los 33, Presidentes y Jefes de Gobierno de Latinoamérica y el Caribe, significa un acuerdo de consenso en torno a la formación de un frente unido frente a los abusos de poder que afectan a las economías de los pueblos de la región de América mestiza, el rechazo pleno a la criminalización, a la exclusión. racismo y discriminación de migrantes. A la vez, exigió la supresión de embargos comerciales a Cuba y Venezuela.
Es tiempo de ganar espacios a favor de las soluciones negociadas y no a la radicalización de los conflictos. La CELAC es portadora de la solución racional negociada de la migración.
Hay razones fundadas para aprobar que el tiempo de la esperanza está en la unidad.