ª HUACHICOL: NEGOCIO BILLONARIO AL AMPARO DEL PODER DE AMLO
ª ASESINATOS DE OFICIALES DE LA MARINA, AL ESTILO DE LA MAFIA SICILIANA. “NO DEJAR CABOS SUELTOS”
ª ¿EL LOPEZOBRADORISMO EN EXTINCIÓN? SEGÚN IBA DURAR MÁS QUE EL PRI Y LA DICTADURA CUBANA
Por: Julio César Silva Alemán
Andrés Manuel López Obrador, convenció a parte de los mexicanos con tres promesas centrales de campaña: fomentar el crecimiento económico, reducir la inseguridad y acabar con la corrupción… Fracasó en los tres rublos. En plena campaña por la presidencia y con motivo del natalicio de Benito Juárez, el 21 de marzo de 2018, en el Hemiciclo a Juárez, criticó severamente el desempeño de los gobiernos neoliberales para fomentar el desarrollo y “prometió” que, con él en la presidencia, el país crecería al doble: en promedio, 4% anual, y 6% en el último año del sexenio.
AMLO: NO COMBATIO LA CORRUPCIÒN, LA FOMENTÒ.
¿Cuál fue el resultado? Un crecimiento económico inferior al 1% anual promedio, el más bajo en seis sexenios y la mitad de lo que se expandió el Producto Interno Bruto durante la que él llamaba “la oscura noche del neoliberalismo”. El combate a la “CORRUPCIÒN” uno de los temas más que estuvo chingando en su campaña y durante su gestión continuó chingando que ya se había “acabado la corrupción” y “el huachicol”
Y sacaba el piche famoso “pañuelito blanco”, que presumìa como certificado de pureza, y finalmente termino siendo un abanico para disipar el hedor a “CORRUPCIÒN”. Hoy sabemos con certeza que ese tufo impregnó a la Marina, Aduanas, al Clan de la familia López Beltrán y “amigos” Adán Augusto López, al exsecretario de la SEMAR, sobrinos con cargos de vicealmirantes, contraalmirantes y por lógicas razones al mismo Andrés Manuel López Obrador.
En su Proyecto Alternativo de Nación, López Obrador atribuyó la inseguridad y la desigualdad económica, a la “corrupción”, comprometiéndose a disminuirla mediante la “atención a las causas”. Incluso aseguró que “el día” que él fuera elegido se acabarìa la violencia porque “no tendría más razón de ser”.
En ese Proyecto aseguró que: “Estableceremos una política de cero tolerancias a la corrupción, a la impunidad y al influyentísimo”, ofreció en el Proyecto Alternativo de Nación. “Se impedirá por todos los medios la asociación entre delincuente y autoridades (…) Erradicaremos la corrupción en corporaciones policiales y militares, ministerios públicos, juzgados y en otras instancias de seguridad pública y de procuración e impartición de justicia, y edificaremos un nuevo sistema de seguridad para alcanzar la paz pública”.
EL SEXENIO DE AMLO EL MÀS SANGRIENTO.
Ya como presidente en funciones, fue “acumulando” promesas de “reducción de los homicidios” y plazos de cumplimiento, todos los cuales se quedaron en el bote de la basura de las promesas. Su sexenio terminó con más de 200 mil homicidios el período más sangriento desde la Revolución Mexicana… O sea, pues, la quinta parte de los muertos en batalla, y la diferencia es que los homicidios durante su sexenio no fueron por una lucha social, sino por su estrategia de “Abrazos no balazos” y su “alianza” con el Cartel de Sinaloa
y con ello el 75% del territorio nacional cogobernó con el crimen organizado y actualmente está cogobernando Claudia Sheinbaum.
AMLO: “NO SOY CORRUPTO”.
Ya en Palacio Nacional, desde la Santa Inquisición de las “mañaneras” aseguró en incontables veces que, si él no era corrupto, sus colaboradores “tampoco”. Se atrevió ir más allá con su cinismo y afirmó que la “corrupción” no surgía de “las mordidas, abajo” sino de “las tarascadas, arriba”. Antes de él, relató, “mientras más elevada estuviera la autoridad, más corrupción había”.
Por eso, rechazo las explicaciones de que sus antecesores no se hubieran enterado de las tranzas que se hacían. “Nada de que el presidente no sabía, eso es falso, todas esas tranzas llevaban su visto bueno”, denuncio. “Si arriba no se permite la corrupción, vamos a poder limpiar al país”, prometió. “Es de arriba para abajo, como se barren las escaleras”. Andrés Manuel, en las mañaneras pretendía emular a Sócrates que se sentaba en la pérgola o plaza pública para filosofar y enseñar a sus discípulos el tipo de clase de gobernantes de la antigua Grecia, concluyendo que “él sólo sabía que no sabía nada”.
SE ESTRELLA LA NARRTIVA DE CERO CORRUPCIÒN.
Los 15 mil millones “saqueados” en Segalmex, porque en realidad fue “el robo” más descarado de que se tenga registro, ya había deteriorado el discurso de Andrés Manuel “contra la corrupción”. El escupitajo en pleno rostro y las implicaciones de su “visto bueno” del escandaloso contrabando de combustible que se fomentò, se cuidó, se solapó, inclusive se “vendió” a los empresarios de las estaciones expendedoras de combustibles, como si fuera combustible de Pemex… Todo ello durante su sexenio. Un negocio billonario al amparo del poder de AMLO.
López Obrador, se jactaba una y otra vez y vociferaba que “ningún negocio jugoso” y “ninguna tranza grande” pueden suceder sin que lo “sepa” el presidente. Él mismo se puso la soga al cuello al asegurar que: “La conducta de los servidores públicos es un reflejo exacto de la del jefe del Estado”.
El huachicol fiscal es la decapitación de un sexenio de mentiras que rayaron en el cinismo y descaro, en el que se elaborò un discurso de reivindicación de los menos privilegiados –(primero los pobres) para justificar la concentración del poder y así terminar con la división de poderes y la desaparición de contrapesos. Esta concentración siempre fue con la intención de enriquecerse y sacar sus fortunas ilícitas a los paraísos fiscales.
SHEINBAUM: “TOPE DONDE TOPE”, ES MÀS FUERTE LA IMPUNIDAD.
aseguró Sheinbaum que su compromiso de llevar las investigaciones del huachicol fiscal y los asesinatos que están ligados a él es, “tope donde tope”. Los asesinatos de oficiales de la Marina son al estilo de la mafia siciliana, “no dejar cabos sueltos”.
En lo personal no creo que Claudia pretenda ir al extremo de “tope donde tope”, es evidente la impunidad en la que las “prominentes figuras” del gabinete presidencial y morenistas se han “librado” de acusaciones, por ello sostengo que las “escaleras se seguirán barriendo de la mitad para abajo”. Lo que no se puede soslayar es que el mal llamado “Lopezobradorismo”, no dure como Andrés Manuel creía que sería su “legado” –100 años—más que el PRI y la dictadura cubana y tan lo creía, que pretende que asuma el trono su hijo el príncipe “Andy” y tampoco va a pasar a la historia como “uno de los mejores presidentes de México” … QUANTA EST.