° RANCHO IZAGUIRRE Y AUSCHWITZ: CAMPOS DE CONCENTRACIÓN Y EXTERMINIO, TRABAJOS FORZADOS, CREMATORIOS Y FOSAS COMUNES.
° TESTIMONIO DE JOVEN RECLUTADO VIOLENTAMENTE: “LES ECHABAMOS GASOLINA… SE USABA UNA, DOS, TRES VECES Y SE TAPABA”.
° ¿A LOS QUE IBAN A SER EJECUTADOS EN EL RANCHO IZAGUIRRE, LES PEDÍAN QUE SE QUITARÁN ROPA Y CALZADO?
° ¿LAS VÍCTIMAS SABÍAN QUE IBAN A SER EJECUTADOS, AL ENCONTRARSE DESNUDOS?
Por: Julio César Silva Alemán
“Rechaza” Salvador González de los Santos, titular de la Fiscalía de Jalisco y fue más allá al asegurar que el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) haya continuado “operando” en el rancho Izaguirre de Teuchitlán, tras el hallazgo reciente de nuevos restos humanos y objetos personales. El Rancho Izaguirre había sido “asegurado” en septiembre del 2024, durante el gobierno del emecista Enrique Alfaro. “Pero las activistas y buscadoras “contradicen” a Gonzáles de los Santos al “asegurar” que el crimen organizado “pudo” haber seguido “utilizando el Rancho”.
NO SABÍAN DEL CAMPO DE EXTERMINIO.
El Rancho Izaguirre, originalmente fue “descubierto” en un operativo de la Guardia Nacional, donde arrestaron a 10 personas se liberaron a dos secuestrados y se encontró un cadáver envuelto en plástico.
Salvador “sale” en defensa de su antecesor y asegura que, “Entre septiembre y octubre (2024) se realizaron “exhaustivas investigaciones” con retroexcavadoras, medidores de compactación y binomios caninos. Amable lector es importante tener información sobre lo que son los Medidores de Compactación son: “Instrumentos diseñados para medir de forma fácil y rápida la compactación del suelo (o sea pues, que si la tierra está “floja” o exista una excavación previa). Existen dos métodos principales para medir la compactación del suelo: “Ensayos in situ (en el lugar, en el sitio) y ensayos de laboratorios. Las pruebas in situ se realizan en el sitio donde se compacta el suelo, mientras que las pruebas de laboratorio se realizan en muestras tomadas del sitio y llevadas a un ambiente controlado.
¿Qué es un informe de compactación del suelo? Sirve para determinar las condiciones de soporte del suelo para el diseño de los cimientos. Y para confirmar la presencia de compactación del suelo, se puede “probar la dureza del suelo. Para ello, se introduce manualmente una sonda en el suelo y se mide la distancia que se puede introducir en él. La idea general es que cuanto mas “se introduzca” la sonda en el suelo, menos compactado estará.
¿Cómo saber si es un suelo profundo? Los suelos profundos, suelos que tienen un metro o más hasta llegar a una capa limitante. Suelos moderadamente profundos, aquellos que tiene menos de un metro, pero más de 0.60 m. Suelos poco profundos, suelos que tienen menos de un metro, pero más de 0.60m. Suelos someros, aquellos suelos que tienen menos de 0.25m.
Luego entonces ¿En donde están los informes de los resultados de los medidores de compactación? ¿En dónde están los informes de los ensayos del lugar y los ensayos de laboratorio? ¿En dónde están los resultados de la sonda que se introduce manualmente en el suelo, para conocer lo compactado que esta el subsuelo? ¿En dónde está el informe de los hallazgos de la retroexcavadora?
SIN TECNLOGÍA: A PICO Y PALA.
¡Como es posible! que el Colectivo Guerreros Buscadores de Jalisco, sin toda la tecnología usada por la fiscalía General del Estado de Jalisco y “simplemente” con pala y pico y con el miedo que los invadía “hayan encontrado” partes óseas enterradas y en la superficie, 400 pares de zapatos en los cuartos a la vista de todos, ropa, mochilas, cartas llenas de dolor y despedida dirigidas a sus seres queridos y el ¡colmo! Tres hornos crematorios. Es obvio que “miente” Salvador Gonzáles de Los Santos y el anterior gobierno presidido por Enrique Alfaro tenían conocimiento de la existencia del campo de exterminio del Rancho Izaguirre.
TESTIMONIO ESCALOFRIANTE.
El Rancho Izaguirre, era conocido como “la escuelita del terror” el testimonio de un joven “reclutado “hecha por el suelo la narrativa de los funcionarios y gobernantes de Jalisco y de la Federación, que “según ellos” desconocían la existencia del centro de exterminio. Muchos jóvenes, atraídos por ofertas laborales engañosas, llegaban al Rancho Izaguirre con la esperanza de un futuro mejor. Sin embargo, al cruzar sus puertas, se encontraban inmersos en un mundo de violencia y deshumanización. Uno de estos jóvenes, que logró escapar, compartió su experiencia.
Aseguró que: “Llegábamos a la central de autobuses y nos ofrecían trabajos bien pagados, pero nada era como decían”. Y de inmediato nos sometían en el Rancho al entrenamiento que se dividía en tres fases:
1.- Fase Inicial: Los reclutas eran sometidos a peleas entre ellos para demostrar su fuerza. Aquellos que no resistían eran asesinados o morían por las condiciones extremas.
2.- Campo de batalla: Los que superaban la primera fase eran enviados a zonas de conflicto, como Zacatecas y Michoacán, para participar en enfrentamientos reales.
3.- Entrenamiento avanzado: Los sobrevivientes recibían formación especializada de exmilitares colombianos y “Kaibiles” guatemaltecos.
El sobreviviente relató: “Si la librabas ahí, te mandaban a la guerrilla… si llegabas a salir de ahí, ya pasabas al segundo nivel”.
Los reclutas eran obligados a cavar fosas, colocar una base de piedras y ladrillos, y luego incinerar cuerpos con gasolinas. Estas fosas se utilizaban varias veces antes de ser selladas. El testimonio del joven es escalofriante: “les echábamos gasolina… se usaba una, dos, tres veces y se tapaba”.
CREMATORIOS Y FOSAS COMUNES.
Realmente es una tragedia de lesa humanidad, nos recuerda las atrocidades que cometió Hitler en contra de los judíos, gitanos y prisionero de guerra y a todos a los que él consideraba como “raza inferior”. Y también se les llamaba “Centros de Exterminio” y eran diseñados para llevar a cabo un “genocidio”. Hitler creó seis campos de “exterminio” y los más mortíferos fueron: Auschwitz y Majdanek, además, de ser “centros de exterminio”, funcionaban como campos de concentración y trabajos forzados.
Los que habían sido “seleccionados para morir eran llevados a cámaras de gas. Para evitar pánico, los guardias de las “SS” de los campos les decían a las víctimas que iban a ducharse para sacar los piojos. Los guardias les indicaban que entregarán todos sus objetos de valor y que se desvistieran. Luego eran llevados desnudos hacia las “duchas”. Un guardia cerraba y trancaba la puerta de acero. Introducían por tubos monóxido de carbono en las “duchas”, también usaban gránulos de Zyklon “B” por un conducto de aire. El Zyklon “B” era un insecticida sumamente tóxico que también se usaba para matar ratas e insectos. Los Nazis se cercioraban de que las victimas estuvieran muertos y si era así los prisioneros rusos los llevaban en carretas a los crematorios o enterrados en fosas comunes.
Las preguntas están en el aire ¿A los que iban a ser ejecutados en el Rancho Izaguirre, les pedían que se quitaran ropa y calzado? ¿Las víctimas sabían que iban a ser ejecutados, al encontrarse desnudos?
“EMPIECE LA INVESTIGACIÓN DESDE ARRIBA”.
Testimonios de sobrevivientes apuntan a que, al menos desde 2018, operó un centro de reclutamiento y exterminio en el Rancho Izaguirre, en Teuchitlán. El hallazgo vuelve a exhibir los horrores denunciados durante años por los colectivos de búsqueda de personas desaparecidas. Las organizaciones defensoras de derechos humanos denuncian que las autoridades han sido incapaces de investigar y ofrecer respuestas limitándose a señalarse unas a otras. El alcalde de Teuchitlán desde 2021, José Asunción Murguía Santiago, asegura que no tenía información sobre el centro de reclutamiento y exterminio hallado en su municipio, y pide que “empiece la investigación desde arriba” .
Mientras que el fiscal General de la República, Alejandro Gertz Manero, criticó que las autoridades locales no tuvieran información fundamental. Tanto el alcalde como el exgobernador de Jalisco, Enrique Alfaro, militante del partido Movimiento Ciudadano, que es la primera fuerza política en la entidad desde el 2018.
Indira Navarro, del Colectivo Guerreros Buscadores de Jalisco, recibió una llamada, de una joven sobreviviente del campo de reclutamiento y exterminio, quien sostiene que estuvo ahí tres años, y asegura que la operación del sitio data por lo menos del 2012. Aunque hasta ahora es el único testimonio que habla de esa fecha. La joven aseguró que ahí les obligaban a pelear por comida, que la gente de los alrededores sabía y que, en el rancho, si veían alguien llorando, lo aventaban sin ropa aun lugar cerrado donde había cerdos.
De acuerdo con los testimonios y colectivos, el centro subsistía gracias a la colusión con autoridades. “María”, sobrenombre que puso Indira, señalo que alrededor de mil 500 personas pudieron haber sido asesinadas ahí durante el tiempo que ella estuvo, en contra de su voluntad y obligadas hacer todo tipo de actividades, durmiendo en el suelo, bajo un domo según narró la buscadora durante una entrevista telefónica en Aristegui Noticias.
HALLAZGO DIFICIL DE DESCRIBIR.
Indira Navarro. Aseguró que es: “Totalmente inaudito que el fiscal general de la República diga que apenas van a evaluar si hay delincuencia organizada involucrada; nos parece que por el tipo de lugar y de patrones ya muy documentados de cómo se utilizan estos sitios, queda claro que detrás hay un fondo de acción de grupos de delincuencia organizada y, por lo tanto, delitos federales que se debería estar investigando de oficio, remarcó.
La activista hizo énfasis en que estamos ante un hallazgo que es difícil de describir, y de aceptar. Pero donde el procesamiento de los fragmentos encontrados será complicado, porque terminarán en el resguardo de instituciones locales que cada vez acumulan más cuerpos sin identificar –más 72 mil en las últimas cifras oficiales–. Sin embargo, no hay una respuesta por parte de las autoridades que corresponda al nivel de la crisis con una visión humanitaria…. QUANTA EST.