– Ese programa noble podría estar generando un efecto contrario en miles de familias michoacanas
– El Buen Fin refuerza hábitos de compra riesgosos, porque los michoacanos casi siempre adquiere productos que no puede pagar
– El Buen Fin puede ser una trampa de endeudamiento en Michoacán
– Los michoacanos viven con niveles de ahorro y planeación financiera son bajos y el estrés económico es alto
*Morelia, Michoacán, 13 de noviembre 2025.- El llamado Buen Fin, que cada año promete impulsar la economía y aliviar los bolsillos de los consumidores, podría estar generando el efecto contrario en miles de familias michoacanas: un preocupante nivel de estrés financiero que coloca al estado entre los primeros del país con mayor tensión económica.
De acuerdo con la Encuesta Nacional de Salud Financiera (ENSAFI), el 62.4 por ciento de los michoacanos vive con estrés financiero, lo que ubica a Michoacán en el sexto lugar nacional con más personas en esta situación.
Peor aún, cuatro de cada diez presentan un nivel alto de estrés derivado de sus finanzas personales.
El panorama se agrava al considerar que al 45.4 por ciento de la población “nunca o casi nunca” le sobra dinero al final del mes de noviembre, mientras que el 6.8 por ciento no logra pagar sus cuentas a tiempo.
Además, una cuarta parte de estás personas (25.4%) reconoce que se queda sin dinero porque gasta de más, cifra que equivale a más de 855 mil personas en el estado.
La cultura del consumo impulsada por temporadas de descuentos como el Buen Fin parece también reforzar hábitos de compra riesgosos: el 6.4 por ciento de los michoacanos adquiere “siempre o casi siempre” productos que no puede pagar, y el 14.5 por ciento admite hacerlo “a veces”.
El reflejo de este comportamiento se observa en los ingresos comerciales: durante noviembre de 2024, mes del Buen Fin, las ventas al por menor en Michoacán aumentaron 27.4 por ciento, el segundo incremento más alto del año, solo detrás de diciembre.
A pesar de este crecimiento, la realidad es que al 33.2 por ciento de la población le alcanza poco o nada el dinero para cubrir sus gastos, lo que evidencia una brecha cada vez más profunda entre el impulso al consumo y la estabilidad financiera de las familias.
Expertos advierten que, detrás de las ofertas y las promociones, el Buen Fin puede convertirse en una trampa de endeudamiento, especialmente en estados como Michoacán, donde los niveles de ahorro y planeación financiera son bajos y el estrés económico ya es una constante en los hogares.


