_El diputado petista llama a no convertir el dolor social en impulso voluntarista y a defender una estrategia basada en instituciones, legalidad y atención a las causas
Morelia, Michoacán, (16 de diciembre de 2025).— El diputado Hugo Rangel hizo un llamado a sostener una visión republicana y de largo plazo en materia de seguridad, y advirtió sobre los riesgos de regresar a modelos caudillistas y voluntaristas que ya demostraron su fracaso en la historia reciente del país. Durante su intervención en tribuna, el legislador recordó uno de los episodios más trágicos de la vida política nacional para subrayar la necesidad de fortalecer instituciones por encima de liderazgos personalistas.
Rangel evocó el asesinato del presidente electo Álvaro Obregón, ocurrido el 17 de julio de 1928 en el restaurante La Bombilla, como una lección histórica sobre los costos de la violencia política y del culto al caudillo. Citó el mensaje que el entonces presidente Plutarco Elías Calles dirigió al Congreso de la Unión, en el que llamó a que México dejara de depender de hombres fuertes y apostara por instituciones sólidas, consagradas por la ley y no por la fuerza personal.
“El país ya vivió las consecuencias de apostar por liderazgos basados en la fuerza individual y no en las virtudes cívicas, en los programas y en la legalidad. La historia nos enseñó que cuando las instituciones dependen de un solo hombre, la violencia termina por imponerse”, señalo desde tribuna. Además, el legislador advirtió que en el contexto actual se ha intentado presentar como virtud un modelo de liderazgo que confunde valentía con confrontación y justicia con espectáculo. “Se nos quiere vender la idea del justiciero solitario, del ‘echarse para adelante’ como política pública. Eso no es valentía: es testosterona convertida en estrategia, y además de inútil, es profundamente peligrosa”, afirmó.
Rangel recordó también que ese modelo ya fue aplicado durante el sexenio de Felipe Calderón, cuando se militarizó la seguridad pública fuera del marco constitucional, se vulneraron las facultades del Poder Legislativo y se invadieron las funciones del Poder Judicial. “Ese absolutismo dejó un país con miles de muertos, desaparecidos, viudas y huérfanos. No pacificó, fragmentó; no dio justicia, la anuló”, subrayó. A la par reconoció el dolor que persiste en miles de familias michoacanas, pero insistió en que el sufrimiento social no debe ser utilizado como pretexto para decisiones impulsivas. “La culpa es un concepto religioso; la responsabilidad es un principio republicano. Buscar culpables es sencillo, asumir responsabilidades es lo que verdaderamente transforma”, expresó.
Finalmente, Rangel Vargas defendió la estrategia de la Cuarta Transformación, enfocada en atender las causas estructurales de la violencia mediante políticas sociales y reconstrucción del tejido comunitario y sentenció: “No necesitamos más caudillos ni patriarcas disfrazados de soluciones. El futuro de México y de Michoacán exige instituciones fuertes, construidas desde abajo, que respeten la ley, protejan la vida y garanticen la justicia. El dolor no debe marcarnos el rumbo; la responsabilidad sí”, concluyó.


