Legisladores federales tienen deber moral de una defensa decidida a favor del estado para que se le deje de castigar con el recorte de recursos
Morelia Michoacán a 5 de noviembre de 2020.-Michoacán precisa el compromiso de sus representantes populares para afrontar los retos que se avecinan para el 2021, sobre todo aquellos que tienen en sus manos la responsabilidad de analizar, discutir y aprobar los presupuestos públicos, recalcó el diputado Antonio Soto Sánchez, coordinador del Grupo Parlamentario del Partido de la Revolución Democrática en la LXXIV Legislatura del Congreso del Estado.
Apuntó que hoy día la Entidad precisa un compromiso mayúsculo de sus legisladores, en particular de los federales quienes tienen el deber moral de protagonizar una defensa decidida a favor de Michoacán, para que se le deje de castigar con el recorte de recursos desde la Federación.
“En las próximas semanas se dará la discusión del presupuesto federal, en donde esperamos que el Poder Legislativo asuma a cabalidad su condición de contrapeso del Ejecutivo, con una revisión profunda y seria de la propuesta presidencial, de manera que impere la lógica de la racionalidad y no del revanchismo político”.
Señaló que si bien los legisladores de Morena y sus partidos aliados, forman parte de un proyecto político que ha determinado apoyar a ciegas las ocurrencias del titular del Ejecutivo Federal por más delirantes que éstas puedan ser, lo es también que son representantes populares y es su responsabilidad, actuar en consecuencia sobre las exigencias y planteamientos de la población en general.
“Hoy más que nunca necesitamos que quienes integran el Congreso federal, más allá del color y la línea política, asuman con plenitud su responsabilidad atendiendo el interés de sus representados, que en el caso de los michoacanos es que la entidad cuente al menos para el 2021 con los recursos que se le designaron en 2020”.
Antonio Soto hizo votos para que los legisladores federales de Michoacán pongan en el centro el interés de sus representados, cerrando el paso al castigo presupuestal que se pretende propinar al estado y que colapsaría a la entidad y su gente.