Recordó que HR Ratings ha advertido un incremento histórico de diez puntos de la deuda mexicana en su medida más amplia con respecto al PIB
Morelia Michoacán a 13 de agosto de 2020.-Las proyecciones de las calificadoras sobre el incremento de la deuda en México en relación al Producto Interno Bruto, son absolutamente alarmantes y evidencian el caos en la conducción económica nacional que se exacerba con los efectos de la crisis sanitaria, apuntó Antonio Soto Sánchez, coordinador del Grupo Parlamentario del Partido de la Revolución Democrática en la LXXIV Legislatura del Congreso del Estado.
El diputado recordó que HR Ratings ha advertido un incremento histórico de diez puntos de la deuda mexicana, en su medida más amplia con respecto al Producto Interno Bruto (PIB) para ubicarse en un 56.6 por ciento.
“La demagogia ha sido la característica de la política económica del Gobierno Federal encabezado por Andrés Manuel López Obrador, situación que en el contexto de crisis en que nos encontramos se ha convertido en una verdadera catástrofe para empresarios, inversionistas, planta productiva y trabajadores”.
El legislador sostuvo que la actual administración federal ha venido endeudando a México de manera considerable, aunque en discurso ha querido hacer creer que los recursos estaban disposición de pasados compromisos adquiridos.
“En junio el Banco Mundial le otorgó a México cinco créditos por dos mil 130 millones de dólares, cantidad apenas por debajo a toda la deuda contratada por nuestro país en el sexenio pasado, lo que significa que esta autodenominada Cuarta Transformación se está sirviendo a manos llenas”.
Antonio Soto puntualizó que los excesos federales en la contratación de deuda, sumados a la ausencia de una política económica efectiva está hipotecando el futuro de los mexicanos en el corto y mediano plazo, lo que prende en todos sentidos las alertas para el país.
El legislador apuntó que el lopezobradorismo está conduciendo a México a una situación de bancarrota, con escenarios que en su momento han costado mucho a otros países de la región, mismos que para superar sus crisis han debido ceder a las grandes potencias márgenes de intromisión en la toma de decisiones políticas y económicas.