Por Boris González Ceja
Como psicólogo tengo la dicha de haber encontrado a varios desaparecidos con recursos propios de sus familiares (aún y con autoridades que estorban), a través de la ciencia con la que trabajo, y les puedo compartir que es la forma de superar el estrés más digna, exitosa y honrosa que podemos tener como profesionales: encontrar a un desaparecido es una odisea, pero es posible.
Cómo puede ser que una persona busca trabajo y en lugar de eso se encuentra en un campo de exterminio en México, ¿En pleno siglo de la tecnología? Las desapariciones en México son generalizadas y aparecen como un fenómeno que impacta negativamente en lo comunitario, familiar y emocional.
No sólo son números que registrar como se pretende. Son historias donde el narcotráfico, en pacto y con el permiso de las autoridades (las de antes y las de ahora, que son las mismas) quieren atemorizar a la población, y hasta ahora lo han logrado.
El impacto psicológico por una desaparición es permanente, profundo y no hay vuelta atrás, con desajustes emocionales y físicos que tienen una afectación constante, donde hemos visto que muchos familiares que buscan a sus desaparecidos se mueren de enfermedades crónicas, de cáncer y de tristeza, por no encontrar a su familiar.
El entorno afectivo que rodea a una desaparición requiere de manera inmediata contención emocional a todas las personas involucradas con el desaparecido, sus familias y comunidad.
En el caso de la desaparición forzada de personas, no existen estrategias ni políticas públicas de atención; al contrario, existe una desaseada intervención gubernamental que sólo hace más agónica la búsqueda.
Cuando alguna persona se encuentra buscando a un desaparecido es importante aprender a dominar el estrés, conocer técnicas de autocuidado y habilidades para poder continuar, algo que no todos logran, ya que pocas veces se toma en cuenta.
Con la experiencia que he adquirido en el trabajo con colectivos de familiares que buscan a sus desaparecidos, considero que hay algunas claves para pasar el momento con menos afectaciones.
Estas claves varian entre personas, ya que algunos tienen el deseo y las posibilidades de buscar a sus familiares de manera activa, otros no cuentan con posibilidades por cuestiones de salud, económicas o de seguridad, pero lo que puede funcionar en muchos casos es la resiliencia: esa capacidad de ayudar a otros; la comunicación constante y de calidad, que afecta cuando no se pone atención; la generosidad, porque muchas familias, cerca de 125 mil en México, se encuentran en procesos de busqueda y no tienen los mismo recorridos ni las mismas experiencias en la desaparición, lo que hace fundamental su unión.
¿Cuáles son las principales fuentes de estrés y cómo pueden gestionarse de manera efectiva?
Ya podemos decir que el estrés es difenciado, aunque todo mundo sabe y ha sentido el estrés, no todos lo padecen de la misma forma, algunos llegando hasta la enfermedad.
La fuente principal del estrés son los abusadores, personas que por su posición en la calle, el trabajo o la familia generan daño en las demás personas. La forma de gestionarlo es combatirlo, limitando sus abusos y poniendo un hasta aquí, de lo contrario los abusos no acaban y terminan repitiéndose con otras personas, con los hijos o con otros trabajadores. En el caso de los desaparecidos, se requieren incorporar terapias de descomprensión del estrés generado por las situaciones de máximo riesgo, por la falta de empatía de otros.
¿Qué papel juega la terapia de estrés en la prevención y el manejo del agotamiento emocional de los familiares de los desaparecidos?
El daño inclasificable causado por una desaparición requiere de ayuda psicológica profesional para el acompañamiento emocional, ya que de otra manera las personas seguirán muriendo sin encontrar a sus familiares y sin recibir ayuda psicológica profesional que les habilite para encontrarlos.
Causas y azares…
1. El sistema de salud se encuentra al borde del colapso, no hay medicinas, no hay médicos ni psicólogos para atender a las personas ¿Les alcanzará con sus becas y apoyos del bienestar para atender gastos médicos tan caros? Lo dudo, la mortalidad actual tiene nombre y apellido.
2. La presencia en las calles del Cartel Jalisco Nueva Generación, con un amplio dominio de comunidades a lo largo y ancho del país, y en un Estado gobernado por Movimiento Ciudadano (eminentemente ligado al narco), es una afrenta a la presidenta y a su gabinete de seguridad, en el que gastamos miles de millones de pesos y del que aún no tenemos resultados.
3. La atención que tiene el ISSSTE es irrisoria y tercermundista, no existe ni la disposición para atender lo que ya se les paga con descuentos quincenales puntuales. Propongo un cambio de nombre, adecuado a su realidad: ChISSSTE.
Hasta la próxima, que el olvido se sustenta al plantearse como la oposición de la memoria, siempre que se conciba a ésta como la posibilidad de salvaguarda ante la muerte.
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